Beber alcohol está fuertemente condicionado por los roles y estereotipos de género. Los modelos de feminidad y masculinidad han ido definiendo su aceptabilidad social y los comportamientos adecuados o inadecuados para cada sexo. Los modelos tradicionales de género han actuado como freno para el consumo entre las mujeres y como un impulsor para el consumo entre varones, al considerarse el beber alcohol como un comportamiento típicamente masculino. De este modo, las representaciones sociales sobre el consumo de alcohol refuerzan la diada de consumo de alcohol y el paradigma hegemónico de masculinidad tradicional, donde las mujeres que beben en exceso tienden a presentarse como poco femeninas o como queriendo ser como los varones. El concepto de “masculinidad hegemónica” hace referencia a una masculinidad normativa, encarna la forma correcta de ser varón y requiere que todos los demás varones se posicionen en relación a él, al mismo tiempo que legitima, ideológicamente, la subordinación de las mujeres a los varones.
Documento del Ministerio de Salud de la Nación.
